Eva Rodríguez de Luis, Xataka, explica cómo aprovechar al máximo el internet de casa y que llegue a todos los rincones. Algunos de los trucos son de lo más sencillos y no necesitan ni mucha técnica ni conocimiento.
En la sección tecnológica de «Ganbara», de Eva Rodríguez de Luis, Xataka, explica cómo mejorar la señal Wi-Fi y que llegue internet a todos los rincones de nuestras casas.
Elige bien dónde colocas el router
El lugar donde lo colocamos influye mucho en la señal, por lo que podemos pagarlo caro. Lo ideal es situarlo en el centro exacto de tu domicilio, lo que ayudará a que la señal se reparta por toda la casa.
Asimismo, es importante colocar el router en alto, ya que las ondas se envían hacia abajo. Si no se hace así, se desaprovecha parte de su alcance.
Finalmente considera qué rodea el router. No hay que colocarlo dentro de un mueble o armario. Cuanto más liberado esté de obstáculos, mejor será la cobertura.
Coloca bien las antenas
Un error muy común con los routers tiene que ver con las antenas, ya que no nos preocupamos demasiado en su orientación, dejándolas generalmente en vertical, algo que no es recomendable.
Lo mejor es colocar una horizontal y otra en vertical, ya que la recepción de radio se maximiza cuando tanto el cliente como el punto de acceso coinciden con la polarización. En resumen, hay que dibujar un ángulo de 90 grados entre ellas. Con esto no se gana en velocidad, pero sí en cobertura.
Elige y distribuye bien las bandas
Hoy en día la mayoría de los routers son de doble banda, es decir, funcionan en la banda «vieja» de los 2.4GHz y también de 5Ghz, dos bandas con diferentes características. ¿Cómo saber cuál es cuál? A la hora de conectarte, verás el apellido «5G» en el nombre del WiFi.
– La banda de los 2.4GHz suele tener más interferencias y es más lenta, pero llega más lejos.
– La banda de 5GHz está menos utilizada, alcanza velocidades más altas y es más ágil, pero su alcance es más corto y sufre más con las paredes y obstáculos
Para ordenadores, videoconsolas o la tele, tres dispositivos donde interesa una buena velocidad de transferencia de datos, mejor usar la de 5Ghz. Eso sí, es importante que estén cerca del router.
Para móviles, tabletas, robot aspirador y similares donde importa la cobertura, usa el de 2.4 GHz. Los dispositivos más simples y antiguos solo son compatibles con la banda de 2.4 GHz.
Mantén tu router actualizado
Es importante habituarse a las actualizaciones, ya que vale para cualquier aparato «conectado» a internet y permitirá mantenerlo en buen estado durante más tiempo, mayor seguridad y aprovecharlo más.
El firmware es el programa que controla el funcionamiento del dispositivo y cada cierto tiempo, los fabricantes lanzan actualiaciones para mejorar sus prestaciones.
Hay bastantes routers que realizan esta tarea de forma automática, pero si no es así, hay que hacerlo a mano. Hay que buscar en el manual para saberlo y acceder a la administración desde la IP 192.168.1.1 o 192.168.0.1 desde un navegador.
Busca los canales menos saturados
Seguimos dentro de la pantalla del administrador del router, un sitio donde se puede cambiar tanto el nombre de la red. Allí se encuentra el Control Channel donde elegir alguno de los canales entre el 1 y el 13.
Normalmente el canal menos congestionado se elije de forma automática, pero este modo auto no siempre es fiable, así que se puede probar a cambiar. ¿Por cuál? Podéis descargar la aplicación Wi-Fi Analyzer en vuestro móvil para que, sin meter ninguna contraseña ni nada, veáis que canal es el más recomendado.
¿Qué pasa si todo lo anterior falla?
Si se ha probado todo y sigue sin haber internet en la zona de trabajo, toca comprarse un PLC, un dispositivo que llevan la señal del router a cualquier zona a través de la red eléctrica del hogar, creando un punto Wi-Fi al que conectarse.
Al comprarlo vienen dos unidades, una que hay que conectarlo al router mediante cable, y el otro donde haya mala cobertura. Hay de muchos tipos y precios, pero si se quiere algo asequible y fiable, el TP link AV 600 ronda los 40 euros.
Otra alternativa algo menos eficaz pero asequible, es un repetidor Wi-Fi, que hay que colocar en un punto intermedio entre el router y el dispositivo al que se quiere llegar. Los repetidores captan el Wi-Fi y amplifican la señal. Por ejemplo el de Xiaomi ronda los 10 – 15 euros.
Y el peor de los casos: si es una vivienda grande, un baserri, un chalet de varias plantas… en ese caso hay que montar un sistema Wi-Fi Mesh, que funciona de forma similar a los PLC pero cuentan con el extra de administrar el tráfico de forma inteligente y que suelen ser ampliables, esto es, que puede ir creciendo conforme crecen las necesidades.